El consorcio Empresas Comprometidas Passivhaus apostó por el talento, las ganas de innovar y la motivación de los alumnos de la escuela para desarrollar un proyecto de investigación aplicada que combina la robótica y los conceptos del Passivhaus, un estándar de construcción que busca mantener las condiciones atmosféricas ideales en el interior de los edificios y, a su vez, reducir al máximo el consumo energético.
Este proyecto es un claro ejemplo de colaboración entre el mundo de la empresa y la escuela y ha servido para dar a conocer el estándar Passivhaus a los alumnos. El resultado del trabajo se pudo ver en ePower&Building 2016, una feria de soluciones arquitectónicas para todo el ciclo constructivo. Los alumnos presentaron unos robots capaces de registrar datos ambientales que, volcados a una tableta, se comparaban con parámetros patrón adecuados para modelos de vivienda pasiva.
Pero el trabajo no termina aquí. En una segunda fase, el objetivo es aplicar los criterios del estándar Passivhaus para mejorar la sostenibilidad de las aulas del colegio. Como explica uno de los alumnos participantes “con los sensores de CO2 monitorizaremos unas aulas del colegio para determinar su comportamiento en función de si existe actividad lectiva o no en ellas y así extraer conclusiones para ver cómo podemos mejorarlas en términos de eficiencia energética, calidad del aire, higiene y confort”. En la actualidad, la escuela ha desarrollado ya ocho robots, seis terrestres y dos aéreos, que juntos contribuirán a contrastar todavía más todos los datos recogidos.
Aquí podéis encontrar más información del proyecto: http://www.interempresas.net/Cerramientos_y_ventanas/Articulos/164304-El-mundo-de-la-escuela-y-de-la-empresa-colaboran-en-un-proyecto-Passivhaus.html